12/06/2005

De los espíritus confinados

«Nunca me han atraído los espíritus confinados en una sola forma de cultura. Mi divisa ha sido siempre y continúa siéndolo, no arraigarse, no pertenecer exclusivamente a una comunidad. Vuelto hacia otros horizontes, he intentado siempre saber qué sucedía en otras partes. A los veinte años, los Balcanes no podían ofrecerme ya nada más. Ése es el drama, pero también la ventaja de haber nacido en un medio «cultural» de segundo orden. Lo extranjero se había convertido en un dios para mí. De ahí esa sed de peregrinar a través de las literaturas y de las filosofías, de devorarlas con un ardor mórbido. Lo que sucede en la Europa Oriental sucede también en los países de América Latina, y he observado que sus representantes están infinitamente más informados y son mucho más cultivados que los occidentales, irremediablemente provincianos. Ni en Francia ni en Inglaterra he conocido a nadie con una curiosidad comparable a la de Borges, una curiosidad llevada hasta la manía, hasta el vicio, y digo vicio porque, en materia de arte y de reflexión, todo lo que no degenere en fervor es superficial, es decir, irreal...».

Emile Cioran
www.luciernagacuriosa.blogspot.com.